En puntas de pies, contemplo tu rostro,
los labios apretando el grito.
Yo no me rindo a tu dolor, a ver impotente cómo odias tu vida.
Lucharemos por la esperanza, aún tú no lo creas,
a pesar que el sol no nos ilumine hace mucho,
y nadie nos escuche más,
Te entrego mi alma, mi coraje para la lucha.
Caminarás, te lo juro.
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