Amanezco cantando una canción
en un camisón floreado
y el espejo devuelve una sonrisa.
Una noche joven
de libertades , sin culpa
de aves que volaron
entorno mío
de ilusiones
esperadas
hace tanto
que la esperanza
casi huye por la ventana.
Tuve que amarrarla a la silla
cada tanto,
tenaz,
pues tanto dolor
hiere en los huesos, en el alma.
Hoy canto como las palomas
Sonrío, río, amo a mi esposo
A mis dos aves viajeras
a la juventud repentina
a mi nuevo ser,
a mi felicidad
recién estrenada.
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