El desierto es mágico.
Cura los pensamientos tristes, vuelves a la inocencia,
embarrada de arena o de espuma de las olas de mar.
No me pidas que vuelva, justo ahora que inicio mi ruta,
el camino que buscaba .
Las mujeres amigas de la playa viven a pocos kilómetros.
Desde aquí se escuchan su risas desenfadadas .
Conviviré con ellas nuevamente en una comunidad demente,
pero sin los odiosos moldes de la ciudad.
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