Y si yo escuchara los latidos de tu corazón, bajo la caparazón que te cubre, sabría a ciencia cierta cuándo partirías por semanas como ocurre a veces, dejándome el alma en trizas.
Subiría a tu pecho anchuroso y pegaría mis oídos , así no viviría con el corazón en vilo
Ay amante mío, de tu amor dependo para mi felicidad , eres mi alegría y mi castigo.
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