Jamás soñé con ramos de rosas ,
ni con piedras preciosas o regalos caros.
Yo era feliz con nuestra risa diaria,
con la libertad de saltar las paredes de la rebeldía.
Jamás soñé con ramos de rosas
ni con piedras preciosas o regalos caros.
Devuélveme tu sonrisa , la ternura de tus ojos
los ataques de risa.
Esa es mi verdadera felicidad.
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