No importa que creas o no 
que yo vivo dentro del tronco de un árbol
o que hablo con las aves cantoras.
Me vale que mi espíritu vague por el bosque
a cualquier hora,
en libertad plena,
Pienses lo que tú pienses.
Yo soy la dueña absoluta de mis pensamientos
y mi imaginación desbordada me hace muy feliz.
No como tú y tu pobre realidad
incapaz de soñar.