Ocurre que aún la década transcurrida
siento en los huesos tu ausencia
y el retorno a mis brazos
colma de felicidad casi infantil mis días.
Reímos , reímos largas, múltiples carcajadas
libres, en nuestro idioma propio con gestos
solo nuestros.
Y en cielo, el sol brilla,
seguimos con ataque de risa como los locos esposos que somos,
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