Aquél señor amable no lo es más.
Yo escapo al bosque para no escuchar sus reclamos , sus burlas.
Cada frase desgarra mi alma.
El solía ser tierno y entre sus brazos me envolvía para no ver la maldad.
Hoy escapo al bosque para no escuchar , no saber , no estar .
Otros días vuelve a ser el hombre encantador .
Eso es. Vuelvo a ser injusta y no veo el dolor terrible que aqueja sus piernas.
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