Tú me enseñaste a perdonar las flaquezas de los seres humanos y continuar.
No eran amigos, decías , olvida.
Ahora eres tú, quien huye, miente y traiciona.
A ti no te perdono.
Tú fuiste el maestro, el justiciero.
A ti no perdone como a los otros infelices.
Tú eras de otra madera.
Eras mi maestro, mi amigo,
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