Cuando recorro las calles desiertas por las madrugadas hacia el bosque.
huyo de la realidad cotidiana.
Quiero transpirar el horror de los crímenes de niños inocentes en manos de asesinos a sueldo,
las promesas mentirosas de los políticos de siempre.
Huyo, escapo, olvido, me transfiguro en árbol, corro y soy un venado, un perro .
Por hoy olvidaré que pertenezco a la especie humana.
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