No existe salvación eterna para la mujer que ama al ser extraño,
no la busco, no existe más.
Aún así yo lo busco con el deseo encendido , con garras y dientes entre el follaje
y lo hago mío como una salvaje cuando está tendido , abandonado al sueño o cada vez que mis entrañas hierven pues él me enseñó el sabor de un placer desconocido, único.
No existe salvación eterna para la mujer que ama al ser extraño.
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