Ay , amor mío, hermana mía.
cómo les digo,
cómo les cuento,
que un aguacero pardo,
oprime duro mi pecho,
y quiere estallar por mis poros,
por cada orificio de mi cuerpo,
e inundará mi casa
bajará hacia la calle,
será un riachuelo salado al final de la tarde.
El ocaso lo anegará.
Y yo me niego a caer
en aquella tristeza crónica
de los días grises.
Hoy, cuando mi alma
aúlla por la palabra exacta,
tierna de mi padre,
no lo encuentro.
Grito al cielo,
Cruel cielo mudo.
Digan , amor mío, hermana mía,
cómo se vive sin su amor inmenso y calmo,
su paciencia eterna.
Por Dios , digan cómo vivir sin mi padre .
Su recuerdo está impregnado en mi piel,
mis palabras son sus palabras,
Me miro y soy su rostro.
Estalla el aguacero en mi pecho,
y soy un mar salado,
me guardo en mi cuarto a gritar desesperada.
Papi , me enseñaste vivir la vida,
te olvidaste de enseñarme a vivir
sin el brillo de tus ojos, sin tu sonrisa.
Hermana, dime, si lo ves en sueños,
si lo necesitas tanto como la sangre para
continuar la brega , por favor ,
dime .y dile que pronto nos encontraremos.
una tarde de llovizna.
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