Si hubiera sabido el placer que ofrecía tu amor
me hubiera entregado antes,
a tus garras afiladas
a esas fauces abiertas,
a ser desgarrada en cada abrazo de amor,
por ti , mi enajenado monstruo,
tras el follaje,
en cada noche de luna nueva,
cuando el deseo nos consuma,
Siempre.
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