Aquella mujer vocifera, protesta a viva voz,
clama por un amor que jura le perteneció ,
que fue piel de su piel,
hoy la ha olvidado pues nadie ama a las dementes,
a las sucias enfermas que deambulan por las calles por comida.
Nadie ama a las locas , lo sé bien, nadie las ama con el alma, con las manos de brindar una caricia.
Solo se fijan en el cabello desgreñado, en la ropa sucia y revuelta.
Nadie ama a las locas, tal como son.
Criaturas indefensas, a pesar de sus gritos,
Seres mágicos poblando un mundo fantástico, sin hoy ni mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario