Báñate frente a mi, dulce amada.
Sabes bien de mi deseo.
Palpa cada parte de tu cuerpo
como si tus manos
fueran las mías.
Báñate libre de pudores
somos hembras,
somos hermanas.
No habrá pecado
No habrá dolor.
Un placer intenso
corroerá mi piel
desde los poros hasta
las fibras más profundas.
Es el precio que debo pagar.
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