Ahora querrás convencerme que las hormigas que recorren mi cuerpo desnudo cuando duermo, no existen. Claro, que son verdaderas. Tú no sientes el mordisco de sus pequeñas y filosas bocas, Ni sus patas asquerosas recorriendo tu piel, yo tengo que aguantar porque nadie me cree.
Ya fui a los médicos y ninguno encuentra ni hormiga ni origen de nada ,
Dicen que yo imagino todo. Pero acaso tú piensas que yo voy a imaginar tremenda desgracia tamaña asquerosidad ? No hermanita, ni en pesadilla, Me comen hasta la cuca y tengo que andar con un diario golpeando así todo el rato.
Que existen , existen y te mostraré de noche como se ceban con mis partes esas degeneradas , ya verás, amiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario