Ellos opinan.
Ellos dicen
es una enfermedad.
ver la figura de mi padre iluminando mis paredes.
Bebo mansa la pócima.
( hasta cuando aguantaré )
Me sumerjo en un sueño profundo.
El sol me despierta y ya es tarde.
La pócima, el sueño , la doctora, el amor
no merman la necesidad imperiosa de ver a mi padre.
Me hinco, alzo las manos
Lanzo un alarido alto, salvaje, un relincho
que el viento lleva hacia el cielo.
Padre, necesito tu sonrisa calma,
tu mirada, por favor aparece otra vez.
Acaso no comprenden mi dolor.
Mis venas , mis huesos, los músculos se indignan
y clamamos todos furiosos al cielo bendito.
Quiero ver a mi padre, gritamos en grupo.
No beberé más la pócima química
Acaso no entienden?
Lo necesito como mi sangre para vivir.
Si él no aparece en mis paredes,
si nadie me ayuda,
iré yo misma en pos de él.
Seré un cuerpo sin vida,
una sonrisa congelada,
cuando él vuelva.
Volaré por mi ventana
hacia el cielo celeste a abrazar al ser adorado.
una tarde como esta.
Brillante y alegre.
Desde las nubes los contemplaré pequeñitos.
Perdóname amor mío.
No soportaba el dolor de su ausencia.
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