El duerme
El ignora mis pasos leves por la oscuridad,
en pos de yerbas y lobos.
Me interno en el bosque cada noche
la cabellera libre, al viento.
Conozco cada recodo, los arroyos.
Corro desnuda, corro, soy una bacante ,
una bruja que reencarno en el cuerpo de una mujer.
Camino silenciosa, a encontrar a mis pares en luna nueva.
Y reirnos a gritos de las mujeres burguesas.
Pobre de ellas, atadas al sillon de su casa,
sin un sueño por perseguir.
Abotagadas, vencidas.
Compradas por el dinero.
El duerme
El no sabe de mis dones de maga blanca.
Ato a los hombres con mis conjuros de amor.
Corro desnuda, la cabellera al viento,
una bacante feliz de su libertad.
Busco al ser , al mago superior,
Aquel capaz de matarme de amor,
de aullar, anegada de miel por su sexo brujo.
El duerme
El no sabe.
Nunca sabra nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario