No hay reposo ni consuelo ,
ni espacio que me contenga
los terribles meses de invierno.
La oscuridad apaga mis poemas,
merma mis ganas de ser.
Y deambulo solitaria por los oscuros
laberintos de mi mente
sin un perro que me ladre,
y si ladra, no lo escucho
enfrascada en algún sueño absurdo,
Hoy decido salir , oler la calle e imaginar cosas buenas.
Decido salvar este pellejo, pues es el único que tengo,
y vivir con calidad, como dicen los científicos sociales.
Vida, allá vamos, cuerpo, alma, piel.
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