Dime tú, anémona, estrella de mar
qué hacer cuando las palabras encallan apenas brotan
o la piedra permanece muda y no vuelan las gaviotas sobre
mis sueños soplando versos.
Grito a la aurora mi desgarro,
clamo una súplica por aquellos poemas perdidos.
Alguien me escuchará o
¿ serán como los pétreos espigones
que entran al mar y olvidan sus promesas ?
No hay comentarios:
Publicar un comentario