Los primeros rayos de sol pintan de dorado el maizal.
Desnuda, ingreso en punta de pies al campo
a revolcarme como si nadara en un oceanáo de oro.
Cuán libre me siento saltando , corriendo en completa soledad.
No por mucho tiempo gozaré del privilegio.
Pronto llegarán los campesinos a vendimiar o a recoger el maiz
de mi amado maizal.
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