Ya no recuerdo cuantos árboles y arboledas recorrí trotando
al viento mi cabellera de yegua
galopando montaraz
para olvidar tu amor.
Una pasión ,
un sentimiento sublime
el profundo entendimiento entre dos almas,
que se vieron,
se encontraron
se amaron.
Yo clamo por ti
cada día.
Ruego al cielo
lograr un nuevo encuentro
tan bello , fugaz e inolvidable
como aquél.
Y no digo más.
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