No importa caminar ladeada ,
las llagas cubren las plantas de mis pies,
mis manos sangran y dejan un reguero rojo a mi paso.
Soy la mujer que se deshace mientras camina,
que se descompone físicamente,
más su alma canta poemas de amor
al caer la tarde ,
y al alba cuando el día estalla en sus ojos
y su alma se colma de ilusiones por cumplir.
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