Las noches me son propicias para leer
El silencio me hace creer que soy la gobernadora absoluta de las calles,
Desde mi trono, que es mi silla, controlo , observo el devenir del mundo.
Juzgo, doy veredictos y castigo a los delincuentes más avezados.
Río como ríen las personas del mundo ,
no como yo, siempre presa en mi torre, aislada, alejada , a salvo.
Yo no escogí esta vida para mi, fueron las circunstancias de la salud,
pero me acostumbro bien a vivir y dirigir el pequeño cosmos desde mi alto recinto.
Atención: No se aceptan intrusos , nunca más.
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