Imponente desierto mío,
gigantesco lecho donde morir o vivir,
si eres amable con los montículos de arena
si aprendes a guarecerte de las tormentas de arena
y a no calcinar tu piel bajo el sol
sé sabio y ahorra el agua, las horas determinadas.
Domina el desierto, sus arenas, triunfarás
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