Salgo a trotar y me fascina perderme entre el follaje de los árboles y la espesura del bosque, antes que el sol despunte.
Es la hora maravillosa de la aurora, hora mágica cuando todo cobra vida.
Las aves pían, las flores abren sus pétalos y la naturaleza canta al unísono.
Creo que las almas se limpian en la aurora.
Yo vuelvo a casa más ligera , nutrida de la belleza del alba.
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