He de olfatear el lodo bajo la llovizna, clamar a viva voz tu nombre en el bosque, pues mi cuerpo llora deseo y es tan intensa la necesidad de tu amor que no duermo por las noches, sonámbula de día, rogando a los árboles me hablen de tus pasos.
Ven pronto, amado extraño ser, mi garganta está seca , mis labios trémulos por tus besos y mi piel grita por tus caricias.
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