Cuando no lo encuentro a mi extraño amante en el bosque,seduzco a las muchachas con palabras zalameras.
Pronto las tengo a mi vera.
Enardezco mi deseo besando sus senos, succionando esos pezones jóvenes.
Ellas se resisten pero gozan, se desesperan de placer y me ofrecen su orquídea palpitante.
Cuánto placer obtengo en descubrir el gozo en ellas, , en escuchar sus gemidos , en pedir más.
Yo satisfago mi deseo y disfruto a la par de ellas.
Los senos jóvenes son otra de mis debilidades.
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