Soñé con tus ojos ,
mi Niña Rubia,
castaños caramelos
miraban hacia el infinito
Yo te llamaba.
A gritos decía tu nombre.
Nunca volteaste,
tus ojos me olvidaron.
Me arrancaste de tus días,
de tus recuerdos,
con tijeras de podar.
Y yo me desangro de a pocos
esperando , vana esperanza,
un día, unas horas en tu mirada.
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