Mis párpados entrecerrados escuchan mejor los trinos de las aves.
He mudado mis escasas pertenencias al desierto frente al mar.
Así huyo de la sociedad obtusa, de las obligaciones familiares.
El mar ruge furioso,
parece tragarse cada funcionario, cada familiar solo evocarlo.
Aquí vivo feliz con mis aves , el mar y la soledad del desierto.
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