Resbala tus dedos sobre mis piernas.
Si te atreves .
Acaricia mi entrepierna.
Separa suave , escudriña los pliegues ,
que guardan mi flor carmesí.
Roza suave , humedece tus dedos
en los pliegues.
Acaricia mis vellos.
Bésalos.
Muerde uno por uno,
Mi flor crecerá.
Te pediré que me poseas,
aún sea la primera vez
que nos vemos.
El deseo no conoce de nombres,
es tu olor , el que me enloquece.
A niño recién salido de la escuela.
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