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jueves, 28 de agosto de 2014
Hubo un tiempo :
Mi cuerpo se estremecía con el roce de tus dedos.
Ardía, palpitaba, humedecida, ronroneaba.
Deseaba tu cuerpo con la intensidad de una hembra
libre, sin tapujos.
Con el sexo húmedo,
cabalgaba sobre ti.
Descubría los pliegues ignotos de tu piel. .
Danzaba frenética
Te ofrecía mis pechos
como frutos maduros
a tus caricias,
a tu boca.
Era el placer absoluto.
Cantaba, feliz , luego.
Hubo un tiempo.
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