Ellos te cuidaron como una princesa.
Acicalaban tus vestidos,
tu rostro con lazos y afeites.
Ellos deseaban para ti un marido rico.
Tú soñabas con ser libre.
Desgarrar tus vestidos,
saltar los barrotes,
recorrer el mundo.
Ser poeta.
Ellos te cuidaron como una princesa.
De nada valieron los afeites , los vestidos.
El marido rico esperó por ti hasta el cansancio.
La madre, el padre no entendían.
Por tu sangre corría la rebeldía más pura.
Aquella que te hace hoy una mujer digna, feliz.
Eres poeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario