No quise que Mirtha pasara un mal rato en el cine. Ambos nos sentimos incómodos en esa sala inmensa , alejada de nuestras chozas, pero ella se sentía fea y mal vestida , Pude darme cuenta pues tengo hermanas, y las mujeres sufren , aún las más humildes y modestas o las más superadas con el tema del vestuario. Las demás concurrentes iban a la última moda y tanto ella como yo parecíamos simples aldeanos. Casi no nos dejan pasar por la boletería. Es increíble cómo me he mimetizado con mi nueva sociedad que he adquirido hasta los más mínimos detalles en el caminar , hablar.
Mirtha sufrió con el volúmen de la película pues parece que no había asistido nunca a una función en un cine moderno y también la pasó mal con el tema , algo escabroso. Falta de tino de mi parte.
Al final, le invité canchita y coca cola y nos fuimos riendo al poblado a dos horas de distancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario