Recorro surcos polvorientos y estrechos entre ramadas de frutos.
Quedo presa de esa atmósfera misteriosa, secreta, mía.
No hago esfuerzo alguno para liberarme de las ramas
que obstaculizan mi paso.
Se está tan fresca aquí,aspirando la fragancia de las plantas,
embriagada de su olor intenso y delicioso.
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