Nadie me advirtió contra los males de amor en tiempos de
sentido común.
Malsanas pasiones he sufrido pero no esperé éste tan sórdida, tan abyecta, grave, nociva.
Ha quebrado mis huesos , las menbranas dulces aquellas , que mi cuerpo había olvidado nombrar
y nombrar.
Marcó mi piel con olor a tierra mojada y mis labios con sabor a sal.
Nada sé desde entonces
Desde entonces, nada sé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario