He de dibujar tus labios para tenerlos cerca cuando te extrañe.
Con el dedo índice, recorro la piel tersa de tu boca .
Los labios pulposos,
esa boca , que no he de besar más.
De tus ojos, dudo hallar otros tan tiernos.
Cómo amaba hundirme en esos ojos profundos,
creer todo lo que contaras,
saber que no era cierto,
Eso no era importante.
Me llevo tu recuerdo guardado en la piel.
Poeta del silencio, poeta misterioso ,
llévame en el recuerdo ,
como te llevo yo,
prendido del alma y la piel,
por un amor que nunca fue.
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sábado, 7 de diciembre de 2013
Soy una ave presa,
en una bella jaula de bambú.
Olvidé hace mucho batir las alas,
anidar en un árbol,
el color del cielo.
Soy un ave presa,
en una bella jaula de bambú.
Olvidé hace mucho surcar el cielo,
la fragancia de la brisa de mar.
Soy un ave presa,
en una bella jaula de bambú.
Al primer descuido , huiré.
Con alas tímidas recorreré la vecindad.
Temeraria y segura ,desafiaré las alturas
a acariciar las nubes.
Por por mis venas fluye la libertad.
Ave de caza soy, cóndor de las alturas.
Nadie me apresará más.
en una bella jaula de bambú.
Olvidé hace mucho batir las alas,
anidar en un árbol,
el color del cielo.
Soy un ave presa,
en una bella jaula de bambú.
Olvidé hace mucho surcar el cielo,
la fragancia de la brisa de mar.
Soy un ave presa,
en una bella jaula de bambú.
Al primer descuido , huiré.
Con alas tímidas recorreré la vecindad.
Temeraria y segura ,desafiaré las alturas
a acariciar las nubes.
Por por mis venas fluye la libertad.
Ave de caza soy, cóndor de las alturas.
Nadie me apresará más.
Fuiste el amor inmenso.
Nadaba en el cielo intenso de tus ojos.
Bebía de tus labios, mentiras como verdades
Tú eras el altar de mi adoración.
Ni había lugar a dudas.
Una noche aciaga ,
La verdad estalló ante mi rostro,
chirriante como un auto contra una vidriera.
Hube de huir de ti, en un reguero de sangre
fugitiva de tu recuerdo.
Sepultarte bajo el cemento cuajado de lágrimas.
6 largos años exiliada del mundo,
de mí misma.
Te encuentro hoy y tiemblo como una hoja.
Reviví en un instante,
en tus ojos la crueldad.
Malsano sentimiento, el mío
que aún aterra mi cuerpo,
demuele mi día
saltan las heridas
y brota sangre de mi alma.
Nadaba en el cielo intenso de tus ojos.
Bebía de tus labios, mentiras como verdades
Tú eras el altar de mi adoración.
Ni había lugar a dudas.
Una noche aciaga ,
La verdad estalló ante mi rostro,
chirriante como un auto contra una vidriera.
Hube de huir de ti, en un reguero de sangre
fugitiva de tu recuerdo.
Sepultarte bajo el cemento cuajado de lágrimas.
6 largos años exiliada del mundo,
de mí misma.
Te encuentro hoy y tiemblo como una hoja.
Reviví en un instante,
en tus ojos la crueldad.
Malsano sentimiento, el mío
que aún aterra mi cuerpo,
demuele mi día
saltan las heridas
y brota sangre de mi alma.
viernes, 6 de diciembre de 2013
Con mi dedo índice dibujaré tu labio inferior.
Sentirlo pulposo.
Con mis manos palparé tus mejillas.
Estáticas, solo para recordar.
Quiero retener tu estampa frágil en mis pupilas.
Tus temblores en mi cuerpo
Así al voltear la vista, no he de verte más.
El olvido no llega cuando lo invocas.
Hoy sangran mis dedos, mis pupilas
por añorar a un poeta.
que no he de volver a querer .
Sentirlo pulposo.
Con mis manos palparé tus mejillas.
Estáticas, solo para recordar.
Quiero retener tu estampa frágil en mis pupilas.
Tus temblores en mi cuerpo
Así al voltear la vista, no he de verte más.
El olvido no llega cuando lo invocas.
Hoy sangran mis dedos, mis pupilas
por añorar a un poeta.
que no he de volver a querer .
jueves, 5 de diciembre de 2013
miércoles, 4 de diciembre de 2013
Sé de tus flaquezas, tus temores,
de tu rutina pequeña,
preso de tus temores,
eternamente provinciano,
en una ciudad demasiado fría,
ahogado en soledad .
Conozco el hambre que te come.
Me enternece tu desamparo
el apetito voraz por los libros.
tu inteligencia aguda,
desperdiciada en calles polvorosas.
Tus silencios,
los misterios.
Conozco más de ti,
que tú mismo.
Cree en mí,
La soledad tiznada en tu piel,
será una sonrisa radiante,
en mis brazos.
de tu rutina pequeña,
preso de tus temores,
eternamente provinciano,
en una ciudad demasiado fría,
ahogado en soledad .
Conozco el hambre que te come.
Me enternece tu desamparo
el apetito voraz por los libros.
tu inteligencia aguda,
desperdiciada en calles polvorosas.
Tus silencios,
los misterios.
Conozco más de ti,
que tú mismo.
Cree en mí,
La soledad tiznada en tu piel,
será una sonrisa radiante,
en mis brazos.
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