Luego de comer un helado 
La vida sabe mejor.
Mañana con las primeras luces
Trotaré  hacia  el mar.
Me atreveré a las olas.
Subiré a la  cumbre del barranco
En la cima cantaré.
Renovada 
Volveré a casa.
A seguir en la brega
Un año nuevo
Ni una lágrima más.

La realidad es un incendio pavoroso
Oculto el resplandor de tus ojos.
Arrasa recuerdos, nombres.
Quema  mi paciencia.
Paraliza tus pasos, olvidas fechas
Grito de pavor ante la ventana
Usa el bastón.
Te caerás al vacío
Come todo.
Sabía que esto iba a ocurrir.
No imaginé lo duro que sería 
Para ambos.

Necesito 
Sentir vibrar mi cuerpo
como nunca antes. 
Sentir el vértigo del deseo
Buscar el placer lejos 
Olvidé cargos de conciencia.
Sé muy bien a quien buscar.
Aten mi cuerpo a la cama
Esta última noche del año
Dormiré plena de amor. 

Hoy no quiero escribir poesía.
No debo mentir.
Solo escribir  a quien le importe:
Extraño la libertad
El mar, el bosque,
Los seres imaginarios, 
Amantes malvados
Amores lejanos.
Por el momento vivo presa
No quiero cantar.

Quiero volver a la Plaza Mágica.
Aquella donde fui libre y ligera
Y mi risa resonaba al viento
Bajo un sol radiante.
Este domingo que la tarde apabulla
La soledad pesa
Corroe el  alma.
Me prometo regresar
Mojaré mis pies en la orilla
Regresaré plena de brisa
Lista para la sonrisa diaria. 
A ocultarte la triste realidad.

De a pocos
como quien muerde
una manzana
Saboreas  
Mi piel.
Te dejo hacer
Detienes tus caricias en 
Mis montes
Juegas con ellos
Te diviertes con mi inquietud
El cuerpo se estremece
Como nunca antes
Bebes los jugos de 
Mis muslos.
Oh espíritu travieso
Ser maligno
Inicia la danza ya
Mi rosa inmensa clama
Tu baile frenético.
La danza infernal.

Dormida
Derramas gotas de miel en mi piel
Abro los ojos
Sonríes, besas cada poro
Sorbes la miel.
Tomas mis montes
Colmas tus manos 
Aplicado 
Dedicas tiempo a la caricia.  
Suave, sabia, 
Juegas con ellos
Mi cuerpo canta
Se estremece
Mi  rosa inmensa gime
Todo mi cuerpo clama 
Danzemos el baile del amor
Frenéticos.