Aquí en el bosque espero el estallido de la claridad.
Gano a la noche para presenciar el milagro.
El instante mágico, único del despertar del día.
Y yo, corredora solitaria lo celebro con el trino de los pájaros .
La fragancia intensa de los árboles me embriaga de vida
Conozco ya cada árbol, las flores vibrantes de color.
Así pasan las horas y la mañana nueva es mía.
Como mío es el bosque del día/noche.
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martes, 20 de noviembre de 2012
lunes, 19 de noviembre de 2012
Al Doctor Luis Otoya C.
Hace unos años salí del infierno.
Aún tengo quemaduras en la piel.
Quise conocer la noche y sus bohemia
Encontré el horror entre la multitud.
Solo una idea golpeaba mi mente.
Olvidar la soledad que horadaba el alma
Consumir día y noche .
Noche y día para acallar las voces.
El dolor corroyendo mis entrañas.
Conocí lugares de pesadilla
Sujetos infrahumanos , almas negras
Pude morir mil veces.
Mil veces quise morir
Liberarme del demonio.
Esta tarde escribo al calor de mi hogar.
Estoy sana, limpia, en paz.
Costó lágrimas de sangre desatarme de la maldición.
Mañana recibo a mi médico .
El alumbró mi vida
Me enseñó el placer del día a día.
Espero que muchos pacientes conozcan la misma luz.
Soy la mujer que yace desnuda en su cama.
Los ojos entrecerrados, las manos como palomas
recordando , añorando tiempos salvajes.
En aquel entonces, yo vivía dominada por mis impulsos
No tenía conciencia ni responsabilidad.
Tomaba para mí lo que gustaba .
Era parte de mis episodios maníacos.
Los días agitados fueron muchos e intensos.
En el verano se encendía la sangre de mi cuerpo.
Y latía el pulso , las horas y el sueño no llegaba nunca.
Ahora viene un médico una vez por semana y me medica.
Sin embargo mi temperamento ardiente es imposible de dominar.
Los ojos entrecerrados, las manos como palomas
recordando , añorando tiempos salvajes.
En aquel entonces, yo vivía dominada por mis impulsos
No tenía conciencia ni responsabilidad.
Tomaba para mí lo que gustaba .
Era parte de mis episodios maníacos.
Los días agitados fueron muchos e intensos.
En el verano se encendía la sangre de mi cuerpo.
Y latía el pulso , las horas y el sueño no llegaba nunca.
Ahora viene un médico una vez por semana y me medica.
Sin embargo mi temperamento ardiente es imposible de dominar.
Me gusta desafiar a la noche y sus misterios.
Descubrir calles solitarias, solares sin tiempo
Correr al límite de mis fuerzas.
Sin embargo debo decir:
Detesto a aquellos hombrecitos cobardes.
Que tiemblan ante una hembra fuerte.
Los desafío a decir : deseo tu cuerpo
Si confiesan, el premio será inolvidable.
Descubrir calles solitarias, solares sin tiempo
Correr al límite de mis fuerzas.
Sin embargo debo decir:
Detesto a aquellos hombrecitos cobardes.
Que tiemblan ante una hembra fuerte.
Los desafío a decir : deseo tu cuerpo
Si confiesan, el premio será inolvidable.
domingo, 18 de noviembre de 2012
El primer día creíste que era loca.
Desgarrada de dolor , traicionada por la vileza
era solo una mujer madura y triste.
Una mirada y nos fuimos juntos.
Regresamos al campo y entramos a mi casa.
Tan solo mirarnos y de un tirón arranqué tu camisa
El dolor me convertía en una hembra sedienta de amor.
Amamos como fieras . Sin reposo.
El fuego de tu juventud sanó de golpe mi dolor.
Cada beso tuyo era una estrella en el cielo.
Cabalgamos hacia el cielo , cadenciosos,
Gemidos en el silencio del campo.
Fuimos una sola alma en esa época feliz.
Día a día recorrimos cada pliegue del placer.
Creo que tatuaste mi piel solo para ti.
No he podido encontrar a alguien con tu ardor
Intuyo un encuentro por estos días
La brisa de la mañana me habla de ti.
Como cada noviembre nos encontraremos de casualidad.
En cualquier esquina.
Nos entregaremos uno al otro con furor.
No preguntaré si te casaste.
Yo no hablaré de mi matrimonio.
Hasta el próximo encuentro , jovencito.
Desgarrada de dolor , traicionada por la vileza
era solo una mujer madura y triste.
Una mirada y nos fuimos juntos.
Regresamos al campo y entramos a mi casa.
Tan solo mirarnos y de un tirón arranqué tu camisa
El dolor me convertía en una hembra sedienta de amor.
Amamos como fieras . Sin reposo.
El fuego de tu juventud sanó de golpe mi dolor.
Cada beso tuyo era una estrella en el cielo.
Cabalgamos hacia el cielo , cadenciosos,
Gemidos en el silencio del campo.
Fuimos una sola alma en esa época feliz.
Día a día recorrimos cada pliegue del placer.
Creo que tatuaste mi piel solo para ti.
No he podido encontrar a alguien con tu ardor
Intuyo un encuentro por estos días
La brisa de la mañana me habla de ti.
Como cada noviembre nos encontraremos de casualidad.
En cualquier esquina.
Nos entregaremos uno al otro con furor.
No preguntaré si te casaste.
Yo no hablaré de mi matrimonio.
Hasta el próximo encuentro , jovencito.
Son días, como éstos cuando me visita tu recuerdo
Estás en la brisa que entra por mi ventana
Susurran tu nombre los árboles de los días/noches
Cómo olvidar tus manos sabias de caricias.
Incendiamos las noches en la casita de los montes
Cada beso era una estrella brillante en la oscuridad
Tú , potro brioso, yo, yegua madura.
Nos volveremos a ver, lo dice el canto del mar.
Cualquier día, en una esquina , o cerca a mi parque
Te guardaré entre mis piernas como antes.
Esta vez no nos perderemos uno del otro.
Cerraré la puerta con doble llave.
Los días dulces pintaran nuestros cuerpos.
Por un tiempo, al menos.
Estás en la brisa que entra por mi ventana
Susurran tu nombre los árboles de los días/noches
Cómo olvidar tus manos sabias de caricias.
Incendiamos las noches en la casita de los montes
Cada beso era una estrella brillante en la oscuridad
Tú , potro brioso, yo, yegua madura.
Nos volveremos a ver, lo dice el canto del mar.
Cualquier día, en una esquina , o cerca a mi parque
Te guardaré entre mis piernas como antes.
Esta vez no nos perderemos uno del otro.
Cerraré la puerta con doble llave.
Los días dulces pintaran nuestros cuerpos.
Por un tiempo, al menos.
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