Despierto de un sueño profundo,
un ensueño que dejó un mal sabor en mis labios.
Una sensación animal de disgusto,
La imperiosa necesidad de borrar toda huella
de mi cuerpo,
como si me hubieras mancillado para siempre.
Es espuma de rabia lo que escupo al hablar.
El olvido es grato en este caso.
Toma el dinero.
Vete.
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